Amla Enriched Herbal Hair Oil

Hace harto tiempo que había comprado este aceite y un par más, pero quería aplicarlo de varias formas para poder darles una opinión científica. Compré en el minimarket de Don Harry tres aceites: Amla, Shikakai y Jabakusum.

Personalmente quería probar el aceite Amla desde hace tiempo, pero  el entusiasmo me duró hasta que vi los ingredientes y me encontré con la sorpresa de que tenía un aceite mineral… nooooooooooo,  snif.

Ahí estaba yo, paralizada sin saber qué hacer frente a una repisa repleta de distintos aceites maravillosos que me guiñaban el ojo… ¿comprar o no comprar? Esa era la cuestión queridas lectoras. Al final, después de un momento extremadamente largo de indecisión decidí llevarlos. Pensé en que durante casi todo el año había estado cuidando mis rizos de la forma más natural posible, por lo que me pareció que podía hacer una pequeña excepción y  ocupar este aceite muy de vez en cuando, además no puedo renegar de mi instinto experimental en cuanto a productos capilares , es más fuerte que yo.

Fue así que salí de la tienda con tres aceites, pero solo dejé para uso personal el de Amla, los otros dos los regalé.

Descripción:  la enriquecida fórmula antigua del aceite de  amla a base de hierbas contiene extracto de amla, que se utiliza como una fuente natural para el cuidado del cabello desde los tiempos antiguos. Su fórmula combina la bondad de amla con una mezcla de aceites naturales  como el  vegetal, mineral, coco y  ricino, que penetran profundamente proporcionando máxima nutrición para lograr fuertes,  saludables  y  hermosos cabellos oscuros.

La primera vez que lo ocupé fue con mi cabello recién lavado, para darle una oportunidad como aceite de sellado. Harry Jr. me  explicó que se podía usar de ese modo o como tratamiento de humectación profunda. Apliqué sobre mi cabello estilando de agua antes de mi crema de peinado. El resultado no fue de los mejores porque mis rizos quedaron muy pesados. El aceite  no es para nada ligero por lo que la opción de sellado se fue fue por la borda.  Tengo que advertirles que el olor es bastante fuerte, cuando abrí la tapa lo sentí como una cachetada de teleserie, sin aviso y sin clemencia. Lo odié, había leído que es como incienso,  pero a mí me gusta el incienso, es más, ¡me fascina! y esto no olía  para nada así (de hecho no sabría explicarlo porque nunca he sentido un olor similar). Ya saben, estén alertas y preparadas.

Uso número dos, lo apliqué en mi cabello la noche anterior de lavado para que funcionara como humectación profunda, tal cual como dicen las instrucciones de la botella: masajear por algunos minutos el casco con movimientos circulares y con las yemas de los dedos, luego distribuir por el resto del cabello y dejar toda la noche.  Me hice un moño como siempre y sujeté con una banda elástica para irme a dormir.  Al otro día lavé (con champú sin sulfatos), lo que primero llamó mi atención fue que mientras enjuagaba  mi pelo se desenredaba fácilmente y ni siquiera había utilizado bálsamo. Se sentía muy suave y eso me fascinó. Apliqué de todos modos muy poquito acondicionador al finalizar la ducha por si las moscas. Mis rizos se veían brillantes y sedosos.

Tercer uso, apliqué el aceite durante el día, del mismo modo que el uso número dos y coloqué una gorra de baño térmica (de esas de color metálico), estuve unas cuatro horas con el aceite en mi pelo trabajando con mi propio calor. Luego lavé con el champú en polvo de shikakai para comprobar si es que  se potenciaban los beneficios del aceite.  A diferencia de la aplicación anterior, esta vez mis rizos se sentían más oleosos, incluso creí que no me quedaría bien limpio. En fin, continué con el experimento y en vez de aplicar un acondicionador en la ducha con enjuague  utilicé mi leave-in de Giovanni que es de consistencia ligera a base de agua y de ingredientes naturales. El resultado no fue lo que esperaba, mi cabello a medida que se fue secando se veía muy limpio y sedoso, pero no tan brilloso como cuando utilicé un champú sin sulfatos.

De todas las experiencias la que más funcionó para mí, y es como pretendo seguir utilizando el aceite (solo 1 vez al mes o cada dos meses por el asunto del aceite mineral), es con la aplicación número dos. Los rizos si se notan muy nutridos y como mi color de cabello es castaño es perfecto para que lo potencie aún más y ojalá, aunque aún no veo cambios, pueda oscurecer aquellos rizos más claros por las tinturas de antaño que utilizaba.

Como dato extra, el aceite de Jabakusum es ideal para cabellos tinturados y protege el color (mi madre lo amó) y el aceite de Shikakai  tiene la característica de ser menos grasoso y de otorgar humectación y manejabilidad al cabello.

ACTUALIZACIÓN DE RESEÑA:

Queridas, les comento que no estoy utilizando ningún producto que contenga aceites minerales, es más, este aceite lo regalé después de las primeras aplicaciones que les comento en esta reseña. Hay un capítulo especial que habla sobre los contra de este tipo de aceite, las invito a leerlo para que sepan cuales son los derivados de la parafina y de ese modo poder evitarlos.