Baby Shampoo Burbujas

Había pensado que jamás volvería a comprar nuevamente un champú con sulfatos… oh no, pero que equivocada estaba.

Como podrán haber leído si siguen mi página de Facebook, este comienzo de mes he estado con crisis rizada, lo que me tenía un poco confundida ya que las temperaturas estaban mejorando y nos encontramos a un paso de la llegada de la primavera, ¡por fin!  No podía entender por qué mi cabello se estaba comportando de manera tan errática, ya no respondía a mi crema de peinado favorita, ni tampoco a mi rutina invernal que tanto me sirvió por casi tres meses… ¿¿qué estaba pasando??

Por más que le daba vueltas en mi cabeza y alternaba entre distintos productos, no se me ocurría cual podía ser la razón de que mi cabello luciera del modo en que estaba: raíces cada vez más aplastadas, poco brillo, patrón de rizo muy marcado en algunas zonas y en otras comenzaba a desaparecer en las puntas. Hasta que se me prendió la ampolleta.

Les cuento que desde hacía tres meses que no estaba lavando mi cabello con sulfatos, como dejé hace mucho tiempo el uso de siliconas no me parecía necesario tener que lavar con ingredientes  tan agresivos mis rizos. En vez de lavar una vez al mes con champú, empecé a lavar con métodos más naturales, cada dos veces al mes lavaba con vinagre de manzana, con el champú en barra o con el Come Clean, todos limpiadores capilares que realmente son libres de sulfatos. Pues bien, por tres meses todo anduvo de maravillas… hasta hora. Fue cuando hice las matemáticas capilares que me di cuenta de que el problema podía radicar en que mi cabello estaba acumulando restos de mis productos, considerando que las cremas y acondicionadores pueden ser pesadas para el cabello y aunque no contengan siliconas, si no son removidas pueden generar desastres.

Decidida a tomar las riendas, fui a la primera tienda que encontré y me acerqué a la vitrina de artículos para bebés, ya que por mis experiencias anteriores los champús dirigidos a estos pequeñines funcionan de maravillas en mi cabello ya que contienen solo un tipo de sulfatos:  sodium laureth sulfate (SLS), que según el diccionario de ingredientes (que se encuentra en la columna izquierda de la página principal del blog) es un detergente que se encuentra en la categoría O.K. Además, no contiene colorantes y es lo que se denomina un champú neutro, lo que quiere decir que tiene un PH menos ácido (5.5) que protege más el cuero cabelludo y no irrita los ojos. Estos tipos de champú son ideales para cabellos sanos y que no se someten a tratamientos químicos.

Elegí esta ocasión el Baby Shampoo Burbujas de Babyland que hace mucho tiempo atrás había comprado con el propósito de limpiar las brochas de maquillaje. Como tenía buenos recuerdos y estaba más barato que el resto de los champús de bebé, no lo pensé dos veces. Me costó $990 y contiene 270 ml. Punto bajo, contiene parfum, que es un ingrediente que estoy tratando de eliminar de mis productos capilares, pero me fue imposible conseguir un champú en nuestro mercado que fuera libre de este 😦

Descripción: Sin lágrimas, neutro, sin colorantes, cabellos brillantes y sedosos, extra suave, permitido su uso diario, hipoalergénico, oftalmológicamente certificado, producto no testado en animales.

Este champú de extra suave no tiene nada, o quizás se debe a que como estoy tan acostumbrada a mi adorado CG cualquier cosa con sulfatos se siente tirante en mis rizos. El cabello queda sonando de limpio, por eso antes de mi lavado mensual debo hacer sí o sí un tratamiento de prelavado con algún aceite. En esta ocasión utilicé el de palta extravirgen para protegerlo desde la noche anterior y aún así mi cabello se sentía despojado completamente del aceite… ¡imagínense la gente que acostumbra a lavar con champús y no utilizan nada!

El resultado, cabello muy limpio, brillante, sin acumulación y adivinen… mis estables comenzaron a funcionar de lo lindo nuevamente. Todo se debía a que necesitaba una limpieza profunda y que mejor que con un producto súper económico y al alcance de nuestras manos.