Capítulo 18: No uso champú… ¿y tú?

Casi siempre hablamos en este blog del método de la chica rizada (CG), del cowash o co-washing (conditioner washing), nombres con que se conoce el método de no-champú.  En resumidas cuentas, este método y sus distintos nombres conllevan a lo mismo: utilizar un lavado capilar solo a base de acondicionador.

¿Pero cómo, no lavarse el pelo con champú?… ¿¿¿y lavarse el pelo con qué???. Calma chicas, ahora les explico de lo que se trata.

Lorraine Massey, autora del libro CG, fue la primera rizada que propuso este particular método de limpieza para que nosotras, orgullosas rulientas, podamos recuperar la salud y el comportamiento de nuestros rizos.

Como el pelo rizado es muy especial, debemos ser cuidadosas al lavarlo, porque la mayoría de las chicas tienen una porosidad alta y por nuestro patrón, los residuos del champú generalmente quedan en nuestro cabello, no importa cuantas veces lo enjuaguemos. Además (y este es el punto más importante) la mayoría de los ingredientes de los champús son sulfatos y agentes tensioactivos que son demasiado fuertes y agresivos con los aceites naturales y humedad del cabello. Estos ingredientes son utilizados en lavalozas, detergentes de ropas y otros. No sé ustedes, pero yo no quiero eso en mi cabello.

En cambio, los acondicionadores contienen agentes tensioactivos suaves, que son capaces de producir fricción para remover suciedad y el exceso de grasa en nuestro cuero cabelludo, razón por la cual son excelentes reemplazantes del champú. Lo fundamental es elegir un acondicionador sin siliconas, ya que estas se quedan atascadas en nuestros cabellos y la única forma de removerlas es con sulfatos. Si utilizan acondicionadores con siliconas no podrán remover la suciedad de su cabello, porque estarán cubriendo cada vez más el eje de este y generando lo que se denomina «acumulación», entonces el resultado será una cabellera opaca, sin brillo y sin definición. Ojo con eso.

Hay que ser astutas y elegir un buen acondicionador que cumpla con las necesidades de nuestros ricitos. Por ejemplo, necesitamos que tenga emolientes que  suavizan y otorgan brillo. Algunos de ellos son los aceites vegetales y las mantecas de semillas, los más usados en líneas comerciales son los glicéridos y los  liposomas.

Otro ingrediente a considerar son las proteínas, que reparan y protegen el cabello. Hay veces que estas se acumulan (sobre todo en el cabello sano) y generan resultados contradictorios, que es lo que me pasa a mí ¡plop!  Por este motivo, hay que fijarse bien en el comportamiento de nuestros rizos, especialmente si notan sus raíces planas y el resto de su cabello con volumen, si es así, es muy probable que sean sensibles a las proteínas y en estos casos hay que elegir acondicionadores libres de estas. La seda (silk), soja, trigo, queratina o aminoácidos individuales son algunos ejemplos de las proteínas más usadas.

Por supuesto que hay que elegir ingredientes humectantes, que absorben y mantienen la humedad. Glicerina vegetal, pantenol, sorbitol y  miel son los mejores. Los aminoácidos y el aloe vera son dos excelentes hidratantes y mejores amiguitos.

Ya que tenemos claro de que se trata esta rutina novedosa y revolucionaria (oh sí,  soy toda una Che Guevara) no queda más que realizarla. El sistema es exactamente igual que siempre. En vez de lavar con champú, toman su acondicionador y con una generosa cantidad (no sean tacañas) masajean su cuero cabelludo con paciencia y cariño para que quede bien limpio. Luego masajean el resto del cabello y enjuagan, nuevamente vuelven a colocar otra cantidad de acondicionador en sus rizos y lo dejan por más tiempo mientras hacen el resto de sus cosas en la ducha. Pueden ocupar el mismo acondicionador o pueden tener dos, uno que sea más líquido como champú y otro más cremoso como segundo. Luego que han pasado unos minutillos enjuagan, les sugiero enjuagar solo un 80%  del segundo acondicionador para que quede un poquito en nuestras puntas  y voilá… pelo limpio y suave.

Personalmente, una vez al mes, utilizo un champú con sulfatos para lavar mi cabello y de ese modo limpiar la acumulación que se haya formado en mis rizos, el resto del mes continúo con mi adorado cowash. Desde que implementé este régimen capilar, la cantidad de cabello que perdía diariamente ha disminuído en creces, otro punto más a favor para el CG.

Para las chicas onduladas que tienen cabellos más finos y que no se sienten cómodas con este sistema, pueden partir realizando una rutina en donde aplican una pequeña cantidad de acondicionador desde medios a puntas (que es el cabello «más viejo») y lavan con una pequeñísima cantidad de champú sin sulfatos el cuero cabelludo. Enjuagan y vuelven a aplicar acondicionador por todo el cabello. En el video a continuación podrán observar el proceso adecuado para lograr una buena limpieza capilar:

No se preocupen si sus rizos no abrazan inmediatamente este nuevo estilo de vida, que personalmente amo y adoro con locura. Los cabellos más sanos se demoran un poco, en cambio, los más dañados reaccionan rápidamente. Pero en cualquiera de los dos casos, les aseguro que con los productos adecuados, sus cabellos lo agradecerán y al igual que el patito feo, se convertirán en unos hermosos cisnes…. un final de cuento de hadas.